Este trabajo se concibe como una obra total de dirección artística que alberga toda la coordinación de cada una de las fases que hacen posible la pieza final (guion, ilustración y diseño, producción de los elementos, elección de colores y pintado, montaje y producción de la escenografía y sus utillajes, iluminación, rodaje y postproducción). La mayor parte del desarrollo escenográfico que tiene que ver con lo efímero no se ve en el producto final y aparece, sobre todo, durante el proceso de producción. Es por ello que el registro o making of es, a veces, tan importante como la propia obra para comprender el trabajo que hay detrás de esta pieza.