Gran parte de esta cantidad se obtiene gracias al duro trabajo que realizan algunas mujeres de esta región, para hacernos a una idea, obtener 1L de aceite supone aproximadamente 20 horas de trabajo físico. Para su elaboración es preciso triturar las semillas que previamente se han extraído de la nuez del argán, con un molino tradicional llamado “azerg”. Con este, se obtiene una pasta que se debe prensar y filtrar para extraer el aceite.
Es importante que el producto mejore parte del proceso de extracción, como la ergonomía, la higiene, la portabilidad o la eficiencia, sin sustituir completamente la labor de la mujer ya que, al mismo tiempo, este proceso se ha convertido en un ritual que permite un punto de encuentro donde la mujer marroquí se sociabiliza con otras mujeres y, a la vez, puede llevar un dinero a casa.