En la serie de cuentos “Las ciudades invisibles” de Italo Calvino, Despina es una ciudad fronteriza a la que se puede llegar por mar o atravesando el desierto. Es así como su frontera, su límite está cargado con un imaginario dual, el de ser mar para aquellos que llegan de la tierra y el de ser tierra para aquellos que llegan desde el mar.
Todo observador concibe el espacio según la posición que ocupa respecto a este límite. ¿Y si no existe el límite? ¿Quién llega y quién parte?, todo depende del punto de vista. De ahí el motivo de la obra, “PARTIR / LLEGAR”, símbolo de una ciudad fronteriza donde los límites son el resultado de los desiertos de los que venimos y aquellos que anhelamos.